CARMEN DÍEZ DE RIVERA, una mujer que luchó contra la adversidad, que tras intentar suicidarse a los 17 años, al enterarse que el muchacho con que se iba a casar era su hermano, ambos hijos de Serrano Suñer, el “cuñadísimo” se va a un convento, luego de misiones a Costa de Marfil, que regresa a estudiar Filosofía y Letras, luego estudia en Oxford, en la Sorbona, que regresa a España, la única mujer que le dijo que no a Juan Carlos I, enviada con Suárez, primera Mujer Presidenta del Gabinete del Gobierno en Español, ayuda a comprender a Suárez de que sin el Partido Comunista Español no era posible la transición, marginada por el machismo imperante de los Guerra y compañía que la llamaban ” pija progresista”, se incorpora con Tierno Galván, luego es Eurodiputada y finalmente, ya sin fuerzas en 1999, fallece de cárcel de mama, Incinerada, sus cenizas quedan en ele convento inicial.Ignorada siempre por aquel que reunió en 1932 en Oviedo en su boda con Zita la hermana de Carmen Polo, a Franco con Primo de Rivera.
Serrano Suñer, su padre y el de la hija de Franco, sobre el que recaen los miles que que murieron cuando él, pacta con los alemanes, que nadie saliera en 1940 de Francia, ese “macho alfa”, que nunca reconoció a su hija “ilegítima”, muere en la tranquilidad a los 101 años.
CARMEN DÍAZ DE RIVERA, fue mucho más que la Musa de la Transición, como decía Paco Umbral.
Ayer, en una muestra de que en 2023 no se puede hablar del pasado, emitieron a todo lujo la historia de la infidelidad de Sonsoles, marqués de Llanzol, con el cuñadísimo, pero tras tres horas, termina cuando a sus 17 años quiere suicidarse y finalmente entra en el Convento. El resto de su historia en un minuto en unas palabras.
Reitero, el 29 de mayo, su voto, puede consolidar la España por la que lucharon millones.