Aquella ley parecía a la que firmaba Bolsonaro, para derribar árboles de la Amazonía, para realizar negocios. NO no estamos en Brasilia, estamos en la cuna de un país que una vez fue la primera potencia mundial, pero donde los intereses del dinero compran a los funcionarios que poco les importa el país y el futuro del país, igual que aquel gigante latinoamericano
A Doña Ana, la salvó hasta Francisco Franco, con más sentido común que este andaluz Moreno y los empresarios de la región.
Hoy hay una lucha en todo el país: SALVAR A DOÑA ANA.
El nivel que tiene Feijóo, el PP y aquellos empresarios que quieren hacer los pozos para sus grandes terrenos , es una muestra del nivel que se tiene en muchos sectores de España.
Por supuesto, no lo van a lograr.