Tarde o temprano, los errores del pasado se pagan. Lo que se ocultó durante 40 años, la falsa transición, nos salta a la cara en 2023. Difícil etapa para España, cuando menos lo necesitábamos, pero la cruda realidad nos ha conducido a este domingo 12 de noviembre de 2023, dos horas antes de las manifestaciones, de que una de las Españas esté resuelta a que no llegue la otra.
Habrá investidura esta semana, pero la polarización social, nos va a llevar a un Legislatura, que desde el principio, está condenada al enfrentamiento. Lo que nos evitamos en aquel 1978, lo van a vivir nuestros hijos.
Ojalá estemos equivocados en el análisis, pero hace muchos años se veía venir.De nuevo los grandes poderes facticos están decididos, como sea, a evitar perder el poder. Y no se trata de una revolución, sino tan sólo de que el sistema se ha cimbrado a niveles tales, que tendrá consecuencias.