Occidente tiene muy medido el uso de los Nobel. Quien, se acerca a ellos, lo recompensan, lo merezcan o no. Es un instrumento, y sino que se lo pregunten a Vargas Llosa. Pues ayer murió a los 100 años uno de los criminales dentro del gobierno de los Estados Unidos, un señor llamado Henry Kissinger, por supuesto Premio Nobel de la Paz.
Este ciudadano es el que mató a Allende a miles de chilenos más; es el que en el Plan Cóndor, acabó tirando vivos desde los aviones al mar, a miles y miles de argentinos, uruguayos.
Mientras Allende ha quedado en la historia, el señor Kissinger llegó a los 100 años en su país, donde parte del pueblo norteamericano conoce la historia de este hombre.