Una vez más, los Reyes de España, siempre por la foto, visitaron ayer a Catarroja, en la zona recuperada, y se tomaron un refresco. Trabajando, al enterarse la Alcaldesa socialista Lorena Silvent, salió de su oficina molesta: “Vienen a lo reconstruido para tomarse un refresco con sus gentes, mientras la zona damnificada lucha por salir, con 1,000 efectivos de la UME en acción.”
Oportunismo puro, para una institución que muestra cada vez más su inutilidad en un mundo que gira rápidamente.