No bastó el trasladarse al Palacio Real, el daño ha sido hecho, ya con la aparición de la realidad de aquella “idílica transición”, ya con la realidad que aflorará sobre el papel del Emérito en el 23 F, y como capta el pueblo español a la Monarquía, que buscando sobrevivir, trata de ajustarse a las percepciones del pueblo, cada día más despegado de viejas instituciones.
El futuro de la monarquía Borbónica, está ligado al futuro de la lucha que se da en el país, entre los que entienden que la transición fue “gatopardista” y que hay que ir al fondo y los que se oponen.