” Lo peor que le puede pasar a un minero es pasar por el grisú”, decía hoy un minero en Degaña, donde la trizteza envolvió no sólo al pueblo, no sólo a la región, sino a toda Asturias.Me vino a la memoría aquel 1950, donde aquel chaval que había entrado a la mina a los 8 años, “el guaje” de Manuel Llaneza en la fundación del SOMA, en los Altos de San Emiliano entree Mieres y Sama en 1910, a los 15 años miembro del Partido Socialista OBrero Español, Belarmino Tomás, y luego lucharía en su tierra contra el franquismo, exiliado en México, habiendo recorrido 8 paises de América Latina dando conferencias sobre el sindicalismo español, antes que,derrumbado por un infarto, con sus pulmones llenos de grisú, fallecía aquel 14 de septiembre de 1950 en la ciudad de México. Orgullo, en 1984, haber incinerado suss restsos y los de su inseparable Severina, y traerlos en una cajita encima de mis piernas cruzando el Atlántico donde,con miles de mineros acompañandolo, fué sepultado en el cementerio de El Pando, ante una lluvia torrencial que nos parecía agua bendita, el canto de la Internacional y su cajita, no necesitaron tierra en la tumba, sepultada entre rosas y claves rojos.
Allí yace en el olvido………