Parece todo perfectamente planeado, tan finamente que una parte importante de la Vieja España que queremos cambiar, no la vio venir. Hoy, podemos analizarlo.Aquel día, Aznar, un día antes que Rajoy, salió intempestivamente a la escena, que nadie entendió bien, pero era un día 12, cuando El Vaticano había echado a andar su proyecto: José Cobo, Arzobispo de Madrid, a los 10 días miembro de la Prefectura de los Obispos en El Vaticano( hacedores de obispos), y 20 días días pues, Cardenal. Tras ello, el informe de Angel Gabilondo destapando la pederastia en la Iglesia Católica Española, una de las más graves del mundo. Detrás, de bastidores, Felix Bolaños observaba la escena.

La derecha politica y mediática,viendo la jugada, endureció la protesta en las calles, pero el primer paso estaba hecho.

Utilizando muy bien sus cuadros, el Secretario General del Partido Socialista Obrero Español, igual que había encargado a su numero 2 , Bolaños, el tratamiento a la  Iglesia, , usó al “duro” a Santos Cerdán, para cerrar los flecos mas delicados de la Investidura. Los nacionalistas, quien no tuvo reparo en ir a Bruselas, entrevistarse con Puigdemont, y anoche tras la conversación entre Pedro Sanchez y Pere Aragonés, se acordó  la Amnistia y sus alcances.Sorprendidos, una vez más, la derecha, la Vieja España gritó: ” Alevosía, mañaneara”, vieron como les metieron los dos goles, en plena distracción nacional donde se le iba a dar el último golpe a la Vieja Monarquía.

Y, también perfectamente planeado, fueron manejando la imagen de Leonor ante la sociedad, desde la Jura de la Bandera, los premios Principe de Asturias hasta lograr la Leonormanía existe el día de hoy, mientras ayer, como un fantasma, entraba a toda velocidad al Pardo, aquel auto donde iba  Juan Carlos I, con cara de asco y donde salía, totalmente acabado ,un par de horas más, para volver a tomar el avión, no poder dormir en suelo español y volver al lugar que escogió para no pagar impuestos, por propia voluntad, Abu Dabi.

Felipe VI, tras consolidar a Leonor, le hizo a Juan Carlos, su padre, lo mismo que este le había hecho al suyo.

Hoy tenemos, una Iglesia menos fuerte, siempre adversaria de los cambios en España; una monarquía moderna y abierta la investidura para la semana próxima, que dará cuatro años con La Moncloa, los Presupuesto del Estado y el BOE.

De ese tamaño fue la fineza con que se operó todo, que mandará a Feijóo a Galicia, fracasado en su intento de conquistar Castilla, donde doña Cuca, desaparecerá de escena, Cobo, el nuevo Tarancon, guiará el cambio en la Iglesia y el resiliente Pedro Sanchez habrá culminado estos 5 años de un gran trabajo, con Zapatero a un lado y un González, parte de la historia que no volverá.