A mi generación nuestros padres nos inculcaban que comprásemos un piso tras lograr el primer empleo. «Das una entrada y luego lo vas pagando», nos decían. Nosotros, claro, veíamos mejor aquello de tener coche nuevo ya que molaba más, pero al final siempre acabábamos haciéndoles caso. Sostenían que el precio de los inmuebles nunca bajaba […]