El deseo de acercarnos a lo sajón, como una rémora del pasado, el que llevó a Aznar a su alianza con Bush y Blair, ha llevado a Pedro Sánchez a buscar desespera demente el apoyo de Biden. Tras los escasos 60 segundos buscados por el presidente español para captar la atención de Biden, hay que agregarle las maniobras para quedar bien con el verdadero jefe, aliarse con Marruecos, dejar a Argelia y al Sahara, para que finalmente Mohamed V, a través de Pegasus, empresa israelita, lo espiase.
Hoy cerca de tener la presidencia Europea, la Unión Europea ha ordenado que se investigue que tanto sabe Israel y Estados Unidos del gobierno de Pedro Sánchez. Mal y de malas.
¿ Será cierto que Pedro Sánchez aspira a ser el Secretario General de la OTAN, y por ello dedicó mas tiempo a su imagen en el extranjero que a pisar las calles españolas?.