El Grupo Wagner, esta dividido físicamente. En Lugansk 30,000 hombres regresaron a sus cuarteles pero sin entrar en acción. En Bielorrusia, en una vieja base a 100 kms la capital, está Prigozhin y unos 2,500 efectivos, los más cercanos. Ayer éste se negó a firmar contratos con el gobierno ruso, y dijo que se retiraban de la guerra de Ucrania.
Ante esta falta de control que debe de preocupar a Putin, la familia del general, Surovkin, el comandante de las fuerzas rusas en Ucrania, confirmaron lo dicho por el Kremlin que no está detenido.
La presencia en Bielorrusia alertó ayer a la OTAN, por que están cerca de los paises bálticos.
Putin salió ayer a las calles, por primera vez, para saludar a la población.
Ucrania avanza, pero lentamente, en su contraofensiva.
Rusia reconoció que “por error” la bomba que cayó en Krematorski, nin iba dirigida al restaurante y admitió el error.
Mientras, en una entrevista cordial, Kirill, el Patriarca de Moscú, felicitó al delegado del Papa, Matteo Zuppi. La labor de mediación exitosa en Ucrania y Rusia de El Vaticano, y ellos lo saben, van en sentido humanitario, por eso ha sido util.